En el apartado temporalización incluimos la secuenciación como paso previo. Entendemos la secuenciación como la sucesión ordenada de los contenidos y actividades y, por lo tanto, de las sesiones de las que se compone la tarea. Una vez que sabemos el orden, podemos establecer el calendario con los momentos que se dedicarán al trabajo específico de la tarea. Este reparto de las sesiones sigue condicionantes obvios: horario lectivo, sesiones de materia, disponibilidad de recursos (humanos o materiales), etc., aunque es conveniente no dilatar las sesiones para mantener la presencia del trabajo que se está realizando.

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Nivel 1: en el nivel de actividades no se contempla la temporalización ya que, por su propia naturaleza, su duración es la de 1 sesión de clase, máximo 2.

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Nivel 2: la duración ideal de una tarea está entre las 3 y las 5 sesiones, 6 máximo. El marco temporal puede ceñirse a una semana de trabajo o a dos semanas con sesiones más espaciadas.

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Nivel 3: la duración mínima de un proyecto será de 6 sesiones. El máximo de sesiones lo delimita la eficacia de las mismas. Excesivo tiempo dedicado a un proyecto puede agotar la motivación, entre otros perjuicios. Es conveniente no espaciar las sesiones más de dos días entre ellas para garantizar continuidad y dedicar una sesión a cerrar el proyecto.