En la educación de hoy destacan las metodologías activas: formas diferentes de trabajar pero con elementos comunes: contenidos contextualizados, trabajo en equipo, solución de retos...

Todas ellas pueden escogerse como únicas, pero existe un enriquecimiento significativo cuando se utilizan de manera combinada. 

Si conocemos sus aportaciones, sus puntos fuertes, el momento en que aplicarlas, el tipo de alumnado y sus necesidades, incluso nuestras preferencias como docentes, podemos hacer un uso de ellas que aumente la creatividad y motivación en cualquier actividad de aprendizaje. 

Aunque existen muchas similitudes, cuanto mejor se conozcan y más se experimenten estas metodologías, mejor será el resultado de combinar varias de ellas.