APRENDIZAJE COOPERATIVO (AC)
1. Descripción general
La amplitud de aspectos que toca esta metodología es tan amplia que puede resultar complejo establecer una definición que sintetice todo su potencial. Con todo, se concibe el aprendizaje cooperativo como un conjunto amplio y variado de técnicas, estrategias y recursos estructurados que tienen como fin la generalización de los aprendizajes adquiridos para ser aplicados en otros contextos.
El origen de esta metodología se encuentra en Estados Unidos a mediados del siglo XX en donde se dieron unos contextos educativos muy particulares, caracterizados por la heterogeneidad de las aulas. Ante esta situación, pedagogos de diferentes universidades comenzaron a estudiar, experimentar y diseñar un variado conjunto de técnicas didácticas cuya finalidad era la de asentar los aprendizajes a través de procesos mediados, interactivos y colaborativos.
A partir de este origen, se sucedieron los intentos de sintetizar esta metodología. Destaca la propuesta de los hermanos Johnson. Fue a partir de sus aportaciones cuando se listaron los elementos pedagógicos básicos de esta metodología.
2. Bases pedagógicas
El aprendizaje cooperativo se basa en un enfoque constructivista, centrado en el acompañamiento y tutorización entre iguales. El énfasis de la metodología está en el papel que juegan todos los agentes, alumnos y profesores, en el desarrollo de las técnicas, las cuales están basadas en la heterogeneidad que pueda lograrse en los grupos de trabajo, así como en procesos de colaboración y corresponsabilidad. Lo más importante de los aprendizajes trabajados con estas estrategias es que son fruto de procesos cooperativos, de colaboración entre iguales y de la ayuda mutua.
3. Elementos característicos
Tipos
En el ApS podemos distinguir cuatro tipos de servicios en los que concretan el aprendizaje:
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Servicio directo: existencia de relación directa entre el alumnado y la problemática del contexto en el que se produce.
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Servicio indirecto: la situación problemática se acerca al ambiente educativo, a través de presentaciones de la situación, presencia de expertos o material didáctico.
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Advocacy: ante una situación problemática, el alumnado elabora medidas de sensibilización así como propuestas de intervención para la mejora.
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Investigación: análisis y sistematización de diferentes fuentes de información que pueden aportar datos relevantes sobre el entorno, los grupos, las personas así como sus necesidades y demandas.
Para considerar una práctica como metodología cooperativa ha de cumplir los elementos esenciales. Estas características garantizan un auténtico aprendizaje cooperativo.
1. Interdependencia positiva: percepción que cada alumno tiene de la vinculación que lo une a los demás miembros del grupo. El éxito personal está unido al éxito del grupo. La auténtica cooperación se da cuando el sentimiento de grupo está por encima del sentimiento individual.
2. Interacción estimuladora (cara a cara): la realización de las tareas y actividades se desarrolla buscando el éxito de los demás, con dinámicas que implican relación: compartiendo los recursos existentes, apoyándose y felicitándose mutuamente por los logros conseguidos.
3. Responsabilidad individual y grupal: cada miembro ha de hacerse responsable de su parte de trabajo, así como el grupo en su conjunto se ha de responsabilizar del cumplimiento de los objetivos. El esfuerzo individual redunda en el grupal y viceversa. Cada miembro ha de saber responder ante los demás y ante la tarea.
4. Desarrollo de destrezas interpersonales y grupales: en el aprendizaje cooperativo los alumnos no sólo han de aprender contenidos académicos, sino también las habilidades sociales y personales necesarias para colaborar junto a sus compañeros y profesores y poder dar solución a las tareas y al trabajo en equipo.
5. Evaluación grupal: tanto el grupo como el profesor deben valorar cómo se está realizando el trabajo, si se están alcanzando las metas y si el grupo mantiene una relación de trabajo efectiva. Se debe fomentar la participación activa de los alumnos en la evaluación.
La estructura de las actividades de AC ha de cumplir los principios anteriores. Además, estas actividades, como en cualquier metodología activa, deben ser relevantes y servir a los objetivos de la materia que se está trabajando. Del mismo modo, se debe ajustar a las competencias y destrezas de los alumnos, teniendo en cuenta las características del grupo en general y la heterogeneidad de cada grupo en particular.
El éxito de las actividades cooperativas depende, en gran medida, de la planificación de la actividad y es aconsejable comenzar por implementar una parte de la metodología, siguiendo con el modelo tradicional o establecido en la clase. Posteriormente, se podrán incluir más aspectos del aprendizaje cooperativo.
Grupos
Un elemento que destaca en esta metodología es la importancia que se le da a los agrupamientos. Como dijimos, su pedagogía se basa en el trabajo y tutorización entre iguales, de ahí el papel que tiene la formación y gestión de los grupos de trabajo. El tamaño de los grupos suele ser de 2 a 6 miembros, pero el número definitivo de los mismos depende de otras variables como la cantidad de recursos que manejarán, el reparto de tareas, los roles que se establecerán, la duración de la actividad o las habilidades sociales que se quieran trabajar, entre otras. Por lo general, es más cómodo comenzar con grupos pequeños para que, tanto docente como alumnos, ganen experiencia en esta forma de trabajar. Se tiende a establecer como grupos de buen resultado los de 3 o 4 miembros.
La formación de grupos también está condicionada por los factores antes mencionados. Así, pueden crearse grupos homogéneos o heterogéneos, cada modelo con sus ventajas e inconvenientes. Por lo general, las tareas de AC tienden a desarrollarse en grupos heterogéneos. Existen diferentes técnicas para hacer grupos, según estos sean al azar, determinada por el profesor o determinada por los alumnos.
Roles
Son una forma de garantizar la participación de todos los alumnos y fomentar la interdependencia positiva, ya que ayudan a guiar la contribución de cada individuo al grupo. Existe variedad de roles que se pueden atribuir a cada miembro, si bien los más útiles pueden ser: coordinador, secretario, portavoz y encargado de material. El nombre de los roles puede cambiar según la opción que se tome.
Las diferencias principales entre los roles serán las de las funciones que se le asignen a cada uno. Cada rol conlleva una función principal relacionada intrínsecamente con él, pero pueden asignarse otras que sean afines. Todo ello dependerá de las condiciones de la tarea, del tipo de alumnado y de los fines que se pretendan. En la asignación de las funciones juegan un papel muy importante las habilidades sociales que se trabajen, ya que pueden servir como telón de fondo u orientación de aquéllas.
4. Proceso
Antes de comenzar la tarea se recomienda la explicación de la misma a los alumnos, los objetivos que se persiguen, los conceptos a trabajar y las estrategias que se van a utilizar. Las técnicas de trabajo sobre los contenidos son muy variadas. Todas ellas tienen en cuenta los principios básicos del AC, pero ponen el acento en un elemento u otro. Algunas de ellas son las que trabajan la dualidad trabajo en equipo y logro individual, la enseñanza acelerada (docencia entre iguales), lectura activa por parejas, investigación grupal, jigsaw, etc. Durante el trabajo de los alumnos, el docente, actúa como acompañante en su tarea: observa e interviene si es necesario.
Una vez que los alumnos han llevado a cabo su trabajo, es importante que sean capaces de transmitir los conocimientos adquiridos a sus compañeros de clase. Comunicar lo aprendido refuerza el aprendizaje. Esta comunicación puede ser una presentación a toda la clase, seguida por preguntas de compañeros; presentación de un grupo a otro o un solo integrante el que explica a los otros grupos el trabajo realizado. Otros ejemplos de comunicación son los carteles, mapas conceptuales, etc.
Durante todo el desarrollo de sesiones de AC, se integran las estructuras. Son técnicas de aprendizaje cooperativo (de mayor o menor complejidad) en las que se ponen en marcha procesos cognitivos muy definidos. Pueden durar desde unos minutos a toda una sesión.
Según se diseñen los elementos que condicionan una sesión de AC, podremos estar hablando de AC formal o de AC informal. El primero de ellos se caracteriza, en general, por la mayor duración, un plan detallado de trabajo y un mayor impacto de todas las tareas que se realizan. En el AC informal, todos esos factores son más flexibles y simples.
5. Evaluación
El AC asume los mismos principios evaluadores de otras metodologías activas, si bien pone el acento en la evaluación formativa y formadora. La primera surge del docente y tiene como fin asegurarse que cada alumno está realizando los procesos de aprendizaje correctamente. La segunda parte del alumno y se asocia a la reflexión que el alumnado hace sobre lo que está aprendiendo. Las herramientas son muy variadas: portfolio, diarios, etc.
Muchos autores recomiendan que el aprendizaje de las sesiones de AC sea evaluado tanto de forma individual como grupal, para evitar los inconvenientes que tiene el obtener la misma nota todo el grupo si el trabajo fue diferente. Según esto, predomina la autoevaluación y la coevaluación.
Una característica propia del AC es la evaluación de las habilidades sociales que se trabajan. Al igual que sucede con los contenidos u objetivos, estas habilidades sociales deben estar curricularizadas y, por tanto, ser evaluadas para conocer su grado de trabajo y adquisición.
6. Recursos
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Ayala Aguirre, F. (2012). Evaluación del Aprendizaje Colaborativo. Jornada de Innovación Educativa UNIBE. Web Docentes UNIBE.
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Gómez Gutiérrez, J. L. (2007). Aprendizaje Cooperativo: Metodología didáctica para la escuela inclusiva. Web Eskolabakegune.
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Johnson, D., Johnson, R., Holubec, J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Paidós.
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Ovejero, A. (1990). El aprendizaje cooperativo. Una alternativa eficaz a la enseñanza tradicional. PPU.
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Prieto Pariente, J. (2011). Principios básicos del aprendizaje cooperativo. Web Scribd.
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Pujolàs, P y Lago, J.R. El programa CA/AC (“cooperar para aprender/aprender a cooperar”) para enseñar a aprender en equipo. Implementación del aprendizaje cooperativo en el aula. Web EduXunta. Recuperado 02/2019.
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Santos, M. A., Lorenzo, M., Priegue, D. (2009). Aprendizaje cooperativo: práctica pedagógica para el desarrollo escolar y cultural. Web Magis. Revista internacional de Investigación en Educación.
Enlaces de interés
https://www.aprendizajecooperativo.es/https://iesjsegrelles.edutictac.es/moodle/pluginfile.php/14082/mod_resource/content/2/Estructura%20Simples%20de%20AC.pdf
https://www.slideshare.net/mariafotografa/aprendizaje-cooperativo-estructuras-y-tcnicas
https://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2014/07/ESTRUCTURAS-COOPERATIVAS-SIMPLES.pdf
https://sites.google.com/site/ticssa96/home/aprendizaje-colaborativo-informal-y-formal
AC
Aprendizaje Cooperativo