Flipped classroom
Clase invertida
FLIPPED CLASSROOM (Clase invertida)
1. Descripción general
The flipped classroom o la clase al revés es una metodología activa que traslada el trabajo de ciertos momentos del proceso de enseñanza-aprendizaje a tiempos y lugares fuera del aula. Con ello se pretende dedicar el tiempo de aula a otros procesos más centrados en la práctica, experiencia o trabajo en grupo. La flipped classroom vacía el momento de clase de explicaciones magistrales o exposiciones del docente, dejando tiempo para la realización de tareas y actividades grupales y participativas. Este movimiento permite al profesor trabajar otras realidades como la reflexión, la creación, la puesta en práctica o la evaluación.
Las primeras experiencias sistemáticas son del año 2007, por parte de los profesores Jon Bergmann y Aaron Sams. La metodología nace de la necesidad de una escuela secundaria de EEUU en la que los alumnos no eran capaces de convertir en conocimientos toda la información que los profesores daban en clase. Además de esto, tenían muchas actividades fuera del aula. Uno de aquellos docentes cayó en la cuenta de que su presencia física en el aula sólo era necesaria cuando el alumnado se atascaba en el manejo de aquella información. Así se comenzó a “sacar” del tiempo de aula la explicación de contenidos cuya adquisición podría recaer casi en su totalidad en el alumnado, convirtiendo las clases en momentos de profundización y práctica (Bergmann y Sams, 2014).
2. Bases pedagógicas
La flipped classroom no difiere en exceso de las bases pedagógicas de otras metodologías activas. También nace de los argumentos psicológicos sobre el aprendizaje centrado en el estudiante de Piaget y Vygotsky. Al igual que otras metodologías, pone el acento en el papel del alumno, si bien la autonomía de trabajo necesaria es bastante exigente. El profesor actúa de guía, pero es la iniciativa de alumno la que lleva adelante la tarea.
3. Elementos característicos
El elemento característico del flipped classroom es el volcado de ciertas actividades de aula a momentos de casa. Para ello, es necesario que el profesor aporte los contenidos al alumno, por lo que se convierte o bien en facilitador de contenido o en creador de contenido propio:
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Facilitador de contenido: selecciona contenidos creados por otros, de libre uso o con permisos de utilización, que se adecúan a los contenidos a trabajar y a los conocimientos a adquirir.
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Creador de contenido: el profesor crea material propio adecuado a los contenidos y necesidades a trabajar.
Al igual que ocurre en otras metodologías, ésta se apoya en gran medida en la aportación de la tecnología. Podemos encontrar herramientas específicas para la creación de este material, entre las cuales existe mucha diversidad. El vídeo es uno de los elementos más utilizados. Se puede recurrir a vídeos ya hechos de plataformas conocidas, de carácter educativo o no, por ejemplo, YouTube (dentro de esta plataforma, el canal específico YouTube Edu), Vimeo, TED o MOOC específicos. Con los vídeos se proporciona contenido audiovisual que contiene la teoría fundamental de los contenidos que necesita conocer para luego trabajar con ellos en el aula. Se recomienda que los vídeos no sean de más de 15 minutos y sean amenos e incluso interactivos. Los vídeos también pueden ser elaborados por el profesor, lo cual facilitará la adecuación de los materiales a las necesidades del aula. Esta opción tiene como beneficio una intervención más directa del profesor y adhesión de los alumnos por su implicación. Sin embargo, puede plantear obstáculos como el manejo de la tecnología para la grabación y edición de los vídeos o incluso el propio desarrollo o discurso de los mismos por falta de costumbre.
Otra forma de hacer llegar los materiales es a través de documentos, tanto online como offline. Al igual que los vídeos, estos materiales pueden estar en la red o ser elaborados ad hoc por el profesor. Se pueden aglutinar en servicios como Slideshare, Scribd, Calaméo, Genially, Canva, un PDF interactivo con enlaces para ampliar información o cualquier presentador de diapositivas. En este sentido, los artículos de periódicos, revistas o libros gratuitos en línea también pueden ofrecer contenido que se revise en casa para aprender conocimientos.
Para hacerle llegar este contenido al alumnado se pueden utilizar herramientas digitales como plataformas, entornos virtuales, nubes, etc. En este sentido, las redes sociales pueden ser útiles como almacenamiento de enlaces y materiales a la vez que permiten generar debate y comentarios entre los miembros de la clase.
Todo este contenido puede ir acompañado también de diferentes herramientas didácticas según la interactividad que se necesite (test, mapas conceptuales, debates…) o según el tipo de contenido multimedia que se quiera compartir (incluyendo audio, imagen o presentaciones).
Existe una herramienta para cada necesidad y, además, este modelo permite hacer llegar contenido diferenciado a cada alumno. Según la herramienta que se utilice, el profesor podrá hacer seguimiento del acceso de los alumnos a los contenidos, la revisión de la información e incluso la asimilación de los conceptos.
4. Proceso
En esta metodología de aprendizaje se trabajan en casa los elementos más teóricos o pasivos. El alumnado adquiere un conocimiento de los contenidos por su cuenta para llegar a clase con una base de conocimiento que permite al profesor realizar actividades de práctica, de evaluación formativa o de análisis de conocimientos. Podemos dividir la aplicación de esta metodología en las siguientes fases:
1. Preparación de los materiales.
2. Comunicación de los materiales.
3. Trabajo práctico de aula.
Una vez que los contenidos son conocidos por el alumnado y hay cierto nivel de dominio de los mismos, el profesor recoge este avance que hubo en casa para realizar actividades de un carácter más práctico. Estas actividades tienen como fin la asimilación de los contenidos, su aclaración y su puesta en acción. El proceso de puesta en práctica del flipped classroom puede sistematizarse en los siguientes pasos:
1. Programación. Elegir tema y definir objetivos de aprendizaje y competencias. Tema motivador y con motor de arranque. Elaborar un borrador de tareas y actividades que realizarán.
2. Preparación de materiales. Preparación y/o elaboración de los materiales.
3. Visualización y lectura de materiales en casa. Acceso del alumnado a los materiales desde casa así como la tarea que tengan que hacer con ellos: lectura, revisión, estudio, etc.
4. Diseño de las sesiones de clase. Planificar las sesiones y preparar los materiales en función de las necesidades del aula y de hacia dónde se quiera guiar el aprendizaje. Se pueden desarrollar actividades individuales y grupales de distintos niveles para atender la diversidad de la clase.
5. Resolución de dudas. Dedicar los primeros minutos de clase a repasar el material visto en casa y solucionar posibles dudas.
6. Actividades de consolidación. Los conceptos adquiridos en casa se trabajan en clase mediante la realización de actividades.
7. Trabajo colaborativo. Incorporar sesiones de trabajo colaborativo (meta en común, proyecto, reto, investigación, etc).
8. Aprendizaje fuera del aula. Generar entornos colaborativos para que el alumnado siga trabajando en momentos fuera de clase. Organizar y supervisar esta tarea.
9. Revisión y repaso. Revisar el trabajo y compartirlo con el resto de la clase.
10. Evaluación y autoevaluación. Evaluar con diferentes técnicas: mediante rúbricas, test de autoevaluación, etc.
5. Evaluación
Los tipos de evaluación y de instrumentos, al igual que otras metodologías activas, pueden aplicarse con facilidad, si bien la realización de las tareas vía online permite digitalizar todo el seguimiento del alumnado. La metodología del flipped classroom puede llegar a generar una gran cantidad de información de cómo está siendo el trabajo de los alumnos, ya que las herramientas digitales lo facilitan.
La información que se genera con la realización de actividades de respuesta inmediata permite conocer cómo es la evolución de cada alumno o del grupo según avanzan los contenidos. Muchos de estos instrumentos permiten devolver al alumno feedback de su trabajo, lo que potencia la autoevaluación. Otras facilitan la coevaluación mediante la valoración del trabajo o exposiciones a otros compañeros.
Por todo ello, también es necesario establecer claramente las valoraciones de cada herramienta y cómo influirán en la evaluación y calificación finales. La tendencia en esta metodología es que los exámenes reduzcan su peso en favor de las actividades que se realizan durante todo el proceso.
6. Recursos
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Bergmann, J. y Sams, A. (2014). Dale la vuelta a tu clase. SM
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López, M. (2014). Aula invertida: otra forma de enseñar y aprender. Web Nubemia.
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López, M. (2017). Aula invertida o flipped classroom. Web Competencias del siglo 21.
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Tourón, J. y Santiago, R. (2014). The Flipped classroom. Grupo Océano.
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Perdomo Rodríguez, W. (2016). Estudio de evidencias de aprendizaje significativo en un aula bajo el modelo flipped classroom. Web EDUTEC.
Enlaces de interés
https://www.theflippedclassroom.es/
https://www.theflippedclassroom.es/100-herramientas-para-invertir-tu-clase-para-empezar/
https://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/flipped-classroom/87860.html
https://doitgenially.com/flipped-classroom-y-genially-la-pareja-perfecta-2/